El artista español Cruz Novillo (Cuenca, 1936) expone por tercera vez en las salas de la galería Fernando Pradilla. En esta ocasión presenta su proyecto Diafragma La Haya que, estructurado en tres bloques, reúne obras de los ciclos Diafragma La Haya, Diafragma decafónico de dígitos para el INE y una selección de piezas históricas, entre pinturas, esculturas y obra sobre papel, correspondientes a las diferentes etapas que ha transitado su dilatada carrera artística.
Del ciclo Diafragma decafónico de dígitos para el INE se exhibe una selección de obras de diferentes formatos que recogen índices estadísticos cos traducidos al lenguaje visual y sonoro de Cruz Novillo, y que el artista ha denominado obras cronocromofónicas. Junto a estos lienzos tintados se exhibe un vídeo en LOOP de la fachada del INE, creada por el artista en colaboración con su hijo Pepe Cruz (arquitecto y diseñador) por encargo del estudio de arquitectura RLA en 2005.
Con el ciclo Diafragma La Haya Cruz Novillo recupera una de sus series históricas de finales de los ochenta, exhibida primero en la galería Artline (1988, La Haya, Países Bajos) y luego en la Galería Aele (1989, Madrid). La mayor parte de estas obras se extraviaron, por lo que el artista ha incursionado nuevamente en el ciclo creando varios dípticos en acrílico sobre lienzo que combinan los formatos (obras de 145 x 145 cm y 35 x 35 cm) y los colores (blanco y negro y rojo y amarillo). La idea de acudir a ciclos de etapas anteriores ha sido una práctica frecuente en la obra de Cruz Novillo. Las Estructuras manipulables delos años setenta tuvieron una segunda versión en el 2008, y en esta exposición vuelve a su Diafragma La Haya, tres décadas después de ser creados.
Ya en su discurso de ingreso como académico electo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 2009 Cruz Novillo manifestaba su inclinación a recuperar procesos creativos anteriores: “… rescato de vez en cuando, siempre por azar sobrevenido, proyectos de ciclos de muchos años atrás, irrealizables entonces, pero perfectamente realizables ahora con los recursos, materiales, técnicas actuales y con los medios disponibles en estos momentos. Hay que tener en cuenta que el comienzo y gran parte del recorrido de mis ciclos diafragmas se produjo en una época en la que yo todavía trabajaba con métodos, materiales y procesos analógicos, contando con los dedos y dibujando con lápices de colores, siendo la llegada de la digitalización, que tardé en aceptar, una revolución de efectos incalculables para mi obra.” De ahí, estas obras de cronologías tan poco determinadas, como diría Cruz Novillo.
La caligrafía visual de Cruz Novillo acoge signos de distinta índole: plásticos, sonoros, temporales y espaciales, derivando en un sincretismo que propicia esa capacidad de unas obras para engendrar otras nuevas. El desarrollo del concepto de Diafragma que Cruz Novillo implementa a comienzos de los años noventa, le permite crear multitud de obras cuya característica común es la combinación de un número variable de elementos monocromáticos, sonoros, fotográficos o tridimensionales. En este sentido el artista ha declarado: “Es muy poco probable que de cada uno de los ciclos realice más de unas pocas obras. Me interesa mucho más la cantidad de ciclos desarrollados simultáneamente que el número de piezas realizadas de cada ciclo. Es muy importante para mí la sensación en cada ciclo de manejar una gran cantidad de unidades potencialmente posibles; mucho más importante cada día, siendo el rasgo más destacable de mi obra en este momento y en el futuro inmediato: la capacidad de crear ilimitado número de ciclos, de ilimitado número de obras cada uno; y la voluntad de hacer el mínimo número de obras imprescindible para que se perciban todas las características conceptuales básicas.”
El teórico y crítico de arte Miguel Cereceda, comisario de la exposición retrospectiva “Cruz Novillo: dibujante, escultor, compositor”, presentada en el Palacio de Quintanar en Segovia y en la Sala Arco de Santa María en Burgos, reseñaba en el texto de la muestra el fuerte impacto que causó en Cruz Novillo la obra minimalista de Frank Stella y de Jasper Johns en un viaje que el artista realizó en 1963 a la ciudad de Nueva York. Cereceda escribe “…aquellas pinturas anti expresivas de nales de los cincuenta y principios de los sesenta de Stella y Johns signicaban una verdadera revolución. Y de modo sorprendente Cruz Novillo absorbió rápidamente aquella ética del minimalismo.” Varios son los códigos de esta corriente artística que podemos hallar en la obra de Cruz Novillo, desde la economía de medios, hasta esa actitud más reexiva en torno al propio hecho artístico, pasando por la implicación del espectador en la percepción de la obra. Y es que para Cruz Novillo esta experiencia supuso “la gran oportunidad de vivir el futuro con muchos años de anticipación”. Obras como las de la serie Tximparta, presentadas en la Bienal de Sao Paulo de 1977 hablan elocuentemente de la impregnación del repertorio y discurso de la estética Minimal en su trabajo.
Cruz Novillo es Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 2009, Cartero Honorario de Correos y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2012. Además de su participación en la mencionada Bienal de Sao Paulo en 1977 ha participado en numerosas exposiciones y en ferias internacionales de arte como FIAC París, Art Basel, Art Cologne, y en ARCO de forma habitual desde 1985. En 2020 fue el artista invitado del stand de El Mundo en la feria de Arco Madrid de ese año. De sus recientes exposiciones institucionales en Segovia y Burgos, comisariadas por Miguel Cereceda, se publicará un catálogo editado por la prestigiosa revista Experimenta, que ha contado con el apoyo del Palacio Quintanar de Segovia y la Galería Fernando Pradilla de Madrid.